El sector agro, está dando pasos de gigante en la incorporación de tecnología en sus procesos, pero es que no podía ser de otra manera, partiendo de un estado tan precario y siendo un sector con una constancia de crecimiento y criticidad para la sociedad como este.
Sobre todo teniendo en cuenta que la distribución y la sociedad están avanzando en este sentido.
Entonces ¿Cuáles serían las prioridades a la hora de invertir?
¿En qué pilar podríamos establecer la prioridad en inversión en TICs dentro del sector agroalimentario?
Pues bien, según un estudio, en este caso de AINIA, centro tecnológico con más de 30 años de experiencia y orientado a impulsar la innovación en el sector, existen seis tendencias identificadas que marcan la innovación de nuestras empresas agro:
1. Demandas del consumidor
2. Desarrollo de procesos industriales
3. Innovación en productos
4. Sostenibilidad y ciclo de vida
5. Legislación y nuevos productos
6. TICs, apliación a la industria en asuntos como trazabilidad, gestión, logística y control.
¿Pero es que no está superado ya el asunto de la trazabilidad, la gestión, la logística o el control? Todavía, son una tendencia TICs…!
Pues no, el impacto por ejemplo de las demandas del consumidor no ha parado. Cada día más enfocada en la seguridad del producto final. La información sobre el mismo será crítica el día de mañana para obtener una ventaja competitiva mayor.
Aunque el término trazabilidad está ligado a esta industria de manera intrínseca, en general, es desconocido para el consumidor final. Pero al margen del término utilizado, el consumidor, sí que percibe las ventajas de aquellos sistemas que le permiten conocer quién, cómo, dónde y cuándo se ha producido el alimento que va a consumir.
Carrefour lanzó en noviembre del año pasado en España el primer sistema de trazabilidad alimentaria blockchain en uno de sus productos: el pollo campero criado sin tratamientos antibióticos.
La compañía se convirtió así en pionera en la utilización de esta tecnología de almacenamiento y transmisión de información que permite seguir el rastro de un artículo en todas las etapas de producción, transformación y distribución, alcanzando los máximos niveles en seguridad alimentaria.
Para ello, ha utilizado la plataforma IBM Food Trust, de la que es miembro fundador.
¿Qué más aportan las TICs en la trazabilidad?
Además de este ejemplo tan reciente, “fresco” e innovador de Carrefour donde se automatiza ese proceso, aporta otros modelos y herramientas de gestión de protocolo de recogida de información o herramientas de control que permitirán a cualquier usuario comprobar la fiabilidad de esta información.
Porque el usuario final cada día más está exigiendo información en todos los ámbitos relacionados con la cadena alimentaria; sobre el alimento que va a consumir, su proceso de cultivo, cría o fabricación, los controles a los que ha estado sometido, un largo etc.
Y actualmente, dicha información es parcial en bastantes casos debido al alto número de canales, siendo alguna vez incluso contradictoria y generando por ello mayor desconcierto en el cliente.
Obviamente las TICs son “ un virus” que se metió en todas las compañías con su aparición con el cual más que pelear contra él hay que alinearse, ya que afecta directamente a la eficiencia de los modelos de gestión de cualquier compañía para poder manejar información de forma integrada.
Esto significa la incorporación de técnicas y sistemas de vigilancia tecnológica, herramientas de simulación y sistemas expertos que estén basados en modelos de análisis de la experiencia y de los datos depurados de la propia empresa.
Experiencia de consumo
Según KPMG, los seis pilares de la experiencia de consumo, que yo los traduzco como la base del “servicio” que debemos dar a nuestros clientes:
1. Personalización: Atención individualizada, adaptar la experiencia que ofrezcamos a nuestros clientes
2. Integridad: Demostrar un comportamiento organizacional compacto
3. Expectativas: El umbral por el que repiten con nuestra empresa, por debajo no, por encima si. Depende de si somos capaces de superarlas
4. Resolución: Ni siendo los mejores del mundo mundial, estamos exentos de cometer errores, pero solventar un problema a tiempo, o reaccionar de forma proactiva al mismo, es un elemento diferenciador.
5. Tiempo y Esfuerzo: Minimizar los esfuerzos de nuestro cliente para comprarnos es la función principal de este elemento.
6. Empatía: Analizarnos desde la perspectiva de nuestro cliente, tener esa capacidad emocional de demostrar que nuestra relación es fuerte y a largo plazo.
Pues una vez echa esta pequeña introducción sobre las bases del “servicio”, entiendo desde mi punto de vista que toda innovación que vaya dirigida expresamente a la mejora en cualquiera de estos aspectos serán los próximos desarrollos que iremos viendo en esta industria.
Y traduciéndolo y resumiéndolo, estamos hablando de una cadena de distribución más corta y más integrada en los procesos de nuestros clientes.
Con herramientas que digitalicen los procesos, en una parte de ellos adelantándonos con herramientas de escucha activa en redes sociales, en otros, creando cercanía digital con nuestros clientes en todos los procesos, eliminando tiempos y esfuerzos burocráticos en la relación cliente-proveedor, con elementos de control que nos permitan anticiparnos a nuestro errores y ser capaces de pedir disculpas antes incluso de que el cliente lo haya constatado, y midiendo el cierre del ciclo con la experiencia final del resultado de cada una de las operaciones.
En otros sectores ya ocurre, no esperemos a ver si funciona en nuestro vecino para hacer las cosas que tengamos que hacer, puesto que es verdad que estamos viviendo una situación de cambio que quizá aún no seamos conscientes de lo que supone.
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