La investigación y la innovación en su sentido más amplio (tecnológica, organizativa y comercial) deben ser una herramienta estratégica para hacer frente a los retos económicos, medioambientales y sociales del sector agrario, alimentario y forestal.
Para adaptarse a las reglas del mercado y a los consumidores cada vez más exigentes, la industria agroalimentaria debe tomar consciencia de la necesidad de transformase e ir un paso por delante a las demandas futuras, mediante la aplicación de la innovación agroalimentaria.
Numerosas empresas agroalimentarias están iniciando líneas de innovación enfocadas a dar soluciones a sus procesos y sistemas.
Disponer de un diagnóstico neto de la I+D+I e identificar los ámbitos, medidas estratégicas y desafíos en materia de innovación y de investigación contribuye a la competitividad y sostenibilidad empresarial.
Cada vez más empresas se plantean la positiva necesidad de reorganizar sus estructuras de innovación agroalimentaria y “externalizarlas”.
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