Hace un par de días, compartiendo con uno de los directores generales que más admiro de una gran empresa agroalimentaria me comentaba que no había tenido tanta sensación de cambio desde que trabaja en el sector…y son algunos años…, como hoy en día.
Esa sensación que nos invade a toda la sociedad, en todos los ámbitos de la vida, habita también en el sector agro. Pienso ¿En qué se puede traducir esto? Factor difícil de predecir.
En otro plano, tenemos por un lado la realidad de este sector. La inversión en I+D en España subió su tamaño y en 2017 se colocó en el 1,20% del PIB frente al 1,19% del año anterior, todavía lejos del 1,40% que se tocó en 2009 y a una gran distancia de la media comunitaria, situada en el 2,07%. (Fuente: INE)
Por supuesto, a la luz de estos datos se visiona muy remota la posibilidad de alcanzar el objetivo planteado del 2% para 2020.
Según, el economista de Cotec, Aleix Pons, «en los últimos años España se ha alejado de Europa, que a su vez ha incrementado su inversión menos que China».
Tomando un ejemplo, en Alemania, donde la I+D supone el 3% del PIB, creció un 8% en 2017 y un 31% desde 2009. La media europea ha crecido un 22% en la última década.
El punto radica en que incluso con esos crecimientos el continente europeo se está quedando rezagado: entre 2009 y 2015 la inversión en China por este concepto se ha disparado un 99%.
Haciendo referencia a nuestros socios holandeses con los que tanto nos comparamos, estamos cinco veces por debajo de ellos. Ojo, no quiero decir cinco posiciones, sino cinco veces menos!
¿Será por todo este contexto que la UE ha decidido acelerar la transformación digital del sector agroalimentario europeo puesto que existen diferencias dentro de este en Europa?
Para ello ha puesto en marcha el proyecto SmartAgriHubs financiado con un presupuesto de más de 20 millones de euros con el que se pretende construir una Red de Centros de Innovación Digital, concretamente, 140 centros de este estilo, 9 clusters regionales y 28 experimentos de innovación emblemáticos.
¿Qué se pretende con este proyecto?
Generar disrupción en la adopción de soluciones digitales por parte del sector agrícola. Realmente hay iniciativas que han ido demostrando ese entusiasmo del sector en aprovechar las oportunidades que ofrecen las tecnologías de la información, pero contrasta con la realidad de lo que dedicamos a innovación real.
Es normal que las entidades públicas desde la UE hasta los estamentos locales más cercanos estén comprometidos con este tipo de iniciativas. Lo importante será como siempre ver la respuesta del sector.
Y en ese sentido, igualmente recuerdo a otro colega mío cuando compartiendo sobre una solución innovadora, al menos en nuestro sector en Almería, ante la pregunta de si ellos invertirían o no en eso, cariñosamente me aportó lo que es la tónica general, “cuando vosotros lo probéis y funcione…quizá lo hagamos nosotros”.
Esta es nuestra realidad.
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